Qué vivimos las mujeres que los varones nunca van a saber

Hablemos de qué nos pasa a las mujeres, qué sentimos muchas y pocas se atreven a contarlo. Hablemos de por qué todo lo que se asocia a los femenino es “malo”-o no es del todo aceptado- y hay que medicarlo, domesticarlo.

Empecemos por algo de las tantas situaciones que vivimos y ni si quiera entre nosotras lo hablamos. Por ejemplo, de lo mal que la pasamos muchas en alguna de nuestras consultas ginecológicas. Hablemos las que nos hemos llegado a traumar y no pudimos ni quisimos ir más por miedo a que te vuelvan a tratar como lo hicieron esos profesionales -sólo por el hecho de haber pasado por la facultad- de la salud en algún momento. De estas cosas los varones ni se enteran. Tenés, por un lado, cientos de campañas que te dicen que te tenés que chequear año tras año, que no molesta, que es rápido, pero no dicen que es una verdadera cagada, engorroso y sumamente incómodo que te metan un tuvo en la vagina para hacerte una ecografía transvaginal, que te aplasten las tetas para hacerte una ecografía mamaria, por ejemplo. Y ahora pregunto: se inventaron los aviones, una cosa que vuela y que te lleva de una punta a la otra del mundo en 12 horas, pero todavía no se inventó una forma de hacer esos chequeos sin tanta invasión?. Pienso, no sé, algo similar a la muestra de orina o materia fecal, poder extraerte una muestra del moco cervical con una especie de tampón y luego colocarlo en un frasco esterilizado para finalmente llevarlo al laboratorio y realicen la citología cervical. Y en caso de ser necesario, recién ahí un examen más exhaustivo. Pero no, eso no.

La ciencia sabe que las mujeres sólo ovulamos una vez por mes y sin embargo crearon más de 5 métodos anticonceptivos para nosotras, pero para los varones poco y nada. Las mujeres menstruamos -liberamos el endometrio porque no hubo embarazo y sangramos-, nos embarazamos -llevamos un ser dentro de nuestro cuerpo-, parimos -se nos abre la vagina o nos cortan la panza- y con todo eso tenemos que ser nosotras las que nos invadamos el cuerpo, desde colocarnos un DIU hasta llenarnos de hormonas que nos dañan el organismo a corto o a largo plazo, de una u otra manera. En definitiva, creo que con todo esto se mal acostumbra al tipo, se colabora para que ellos no se responsabilicen lo suficiente e inconscientemente se aporta un granito de arena para reforzar el machismo. Todo el tiempo vivimos exponiendo nuestro cuerpo. Y aún me hago más preguntas: ¿Con todo esto, todavía hay mujeres que dicen que estamos a la par de los varones? Qué mal nos hace y nos hizo el patriarcado. Necesitamos más ginecólogas feministas que dejen de querer ganarse menos el reconocimiento de sus colegas varones y más las ganas de querer que nos atendamos con ellas sus compañeras de género, que tanto nos necesitamos en este mundo desigual e injusto.

En las consultas abundan comentarios desagradables, invasivos y desubicados como:

-“Me va a doler el especulo, doctora?

- El pene de tu novio es milimétrico?" o,

-"¿No querés tener hijos y tenés 34 años? pero ¿Cuánto hace que estas en pareja? Debés tener un problema psicológico.”

Que te chequeen desnuda en una camilla y no te hagan poner ni una bata. Que te reten como si fueras una criatura porque nunca te hiciste una mamografía. Que te digan que ya vas a querer quedar embarazada, sin haberte preguntado si ése es tu proyecto algún día. Eso y más. Pero las que lo contamos “somos exageradas” o tuvimos “mala suerte”. Después te enterás que somos un montón pero, como es la única manera de saber si está todo bien en nuestros órganos sexuales, nos aguantamos todo por nuestra salud y no lo comentamos con nadie porque hasta incluso sentís vergüenza, te quedás con mucha angustia porque pensás que sos complicada o que siempre te pasa a vos. Pero no. Es terrible. Y puedo seguir con mas porque hay mucho, muchísimo más.

Puedo seguir con el aborto en una sociedad hipócrita. "No abortes!" Dicen, pero el tipo no se quiere poner preservativo y a veces hasta te viola, pero como es tu pareja claro ¿Cómo va a ser violación? A quién no le pasó alguna vez que el otro insista y vos accedas a tener sexo sin tener ganas. Eso es abuso. Y ni hablar cuando no quieren usar preservativos. Esos mismos son los que piden a la mujer que aborte. Otra vez la mujer exponiendo su cuerpo. Sin embargo, es ése mismo tipo de mierda el que después es un “pro vida”. O ése que se rajó y no se hizo cargo pero ¿Quién condena a ese varón que dejó sola a la mujer con un hijo? ¿NO ES ÉSA, ACASO, UNA MANERA MASCULINA DE ABORTAR?

Están por todos lados con la campaña de prevención contra el cáncer de mama, de útero, de ovario, el hpv, etc, pero siguen mal tratando a las mujeres o las matan, las obligan a parir contra su voluntad, las hostigan para que sean madres, las hacen tomar pastillas, hormonas que traen una cantidad de efectos colaterales, entre ellas el cáncer de mama (los mismos ginecólogos no te recomiendan las hormonas cuando hay antecedentes de cáncer en tu linaje materno), y hablan de prevenir el cáncer?.

Muchas mujeres se ponen mal cuando les tocás el tema de las pastillas o las hormonas anticonceptivas porque a ellas les resulta perfectamente y te dicen que no les pasa nada, pero yo les planteo lo siguiente: también hay mucha gente que fuma y no tiene cáncer de pulmón, pero tiene otros problemas. Con las hormonas pasa lo mismo. Cuestionate al menos que no es justo, hermana. Ni si quiera por amor propio se preguntan "¿Por qué siempre tengo que ser yo la que ponga el cuerpo, por qué él nunca?” Y yo insisto: dejen de reventar a las mujeres y van a ver cómo muchas enfermedades desaparecen, porque emocional y psicológicamente estamos desbastadas, cansadas o robotizadas de tanto que nos tenemos que contener o medicar sin necesidad.

Hubo un tiempo que la mujer fue sabia, científica, médica no patriarcal, independiente y conocedora de todo tipo de medicina natural, pero la llamaban bruja despectivamente, decían que una mujer no podía tener tanto conocimiento, que si lo tenía era porque había hecho un pacto con el demonio, entonces se la quemó en la hoguera para purificar su alma o para aleccionar a quien quiera seguir sus pasos. La iglesia, la santa inquisición misógina, envidiosa, enfermizamente celosa, la condenó. El hombre no podía creer que una mujer, además de dar vida, sea sabia, independiente y segura, entonces la exterminó. Dando paso a partir de ese momento a una nueva forma de ser mujer: insegura, ignorante, apocada y dependiente, sólo necesitada para la reproducción.

Estamos cien pasos delante de aquella época, pero aún nos falta ser más brujeres -como dice la ilustradora española Raquel Riba Rossy (Lola Vendeta)-, más sabias, verdaderamente independientes, más hermanas, más Brujas en el verdadero sentido de la palabra: MUJERES EMPODERADAS.

A continuación adjunto una muestra de las cosas que se quieren ocultar y cómo abundan los silencios y los insultos (porque también fui insultada por plantear esto) cuando alguien se atreve a cuestionar la medicina patriarcal.

Por Roxana Leguizamón.