El día que Europa se ganó la lotería
Un día como hoy, nuestras tierras fueron encontradas por los ojos mercantilistas del capitalismo. A partir de la llegada del colonizador europeo se establece una relación entre el centro y la subalternidad saqueada, pues llegan con la espada y la cruz evangelizando en nombre de la religión, justificando la extracción del oro y la riqueza de América a cambio de concederle un alma al indio que, naturalmente, no la tenía. De esta manera comienza un sistema-mundo en tanto sistema de circulación de mercancías y de búsqueda de materias primas.
Cuando la religión pierde su poder, será la razón quien la reemplace -una razón europea, claro está, ya que su filosofía será el arma y la expresión reflexiva de sus intereses económicos e históricos-. Por tanto, el colonialismo pone a la racionalidad en el centro de la historia y el territorio en cuestión será colonizado dichosamente por el pensamiento moderno. Ahora bien ¿hacia dónde nos está llevando hoy esta razón occidental? Creo estar en lo cierto al decir que nos encontramos siendo espectadores y partícipes de un apocalipsis ya visible, al confirmar que la modernidad capitalista está arrasando la tierra.
Permitámonos un momento para reflexionar sobre la ubicación territorial del poder, sobre nuestra historia, nuestras venas abiertas, sobre toda la sangre derramada 'en nombre de...'. Pensemos el mundo, el cambio climático, la deforestación, la matanza de animales, el espacio que nos permite existir y el respeto que no le brindamos, el genocidio de nuestros hermanos al oriente del planeta. Pensemos que no vivimos solos y que somos en función a un todo.
Que Norteamérica y su Imperio Bélico Comunicacional no tienen descanso, es afirmación, ¿Hasta cuándo? debe ser el interrogante a tomar como el desafío subjetivamente colectivo de los próximos años... los poquitos, que estemos vivos pisando este bendito mundo.
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