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Wangari Muta Maathai

A les lectores de Otres,

Hoy voy a inaugurar en este espacio, una sección para contarles “Historias de Mujeres que hicieron historia”. En esta primera entrega les presento a Wangari Muta Maathai activista política ambiental de Kenia de renombre internacional, feminista, profesora y defensora de los derechos humanos.

“Cualquier persona que alguna vez ha logrado algo, se ha caído muchas veces. Pero todas ellas se levantaron nuevamente y siguieron luchando, y eso es lo que siempre he tratado de hacer”.

Wangari Maathai nació el 01 de abril de 1940 en la Kenia colonial. Tras estudiar en un colegio de monjas misioneras de su pueblo, obtuvo una beca otorgada por el obispo católico de Nyeri por ser una brillante estudiante, así fue como se trasladó a Estados Unidos y consiguió la licenciatura en Biología en la Universidad de Kansas, realizó un Máster en Pittsburg y continuó sus estudios en Alemania. Realmente era una privilegiada, teniendo en cuenta que había nacido en los años cuarenta, en una aldea de la etnia kikuyo que no disponía de luz eléctrica ni agua corriente. Su infancia fue dura y ella misma la recuerda así al hablar de la violencia de su padre polígamo contra sus mujeres. Wangari volvió a Nairobi luego de estudiar esos años en el exterior y se convirtió en la primera mujer de África Central y Oriental en obtener un doctorado. También fue la primera mujer Jefa de Departamento y Profesora Asociada en la Universidad de Nairobi. En aquel regreso y gracias a un estudio que estaba realizando comenzó su lucha por el medio ambiente y los derechos de las mujeres.

“Comencé trabajando como científica aplicada a la investigación de los problemas alimentarios, emprendí estudios sobre el ciclo de la vida del parásito que se transmitía a través de las garrapatas y mientras recogía muestras me fijé en que los ríos iban llenos de limo. Aquello no sucedía cuando era pequeña. Por lo tanto, había poca hierba y no contenía los nutrientes necesarios. El suelo no cumplía sus funciones.”

Las mujeres le comentaban que sus arroyos se secaban, que sus recursos alimentarios eran escasos y que cada día tenían que ir más lejos por agua o por leña. Entonces todo cobró sentido para Wangari, muchos de los problemas de Kenia y de las mujeres de la región, radicaban en la degradación medioambiental. De esta forma sus dos luchas se unieron.

En 1977 fundó el Movimiento Cinturón Verde (Green Belt Movement) y alentó a las mujeres a ir al bosque y recolectar semillas de árboles oriundos de la zona para crear invernaderos y a cambio de su trabajo recibían un salario. Esas semillas luego eran plantadas en los bosques para combatir la deforestación que se estaba llevando a cabo por parte del autoritario presidente Daniel Arap Moi. Durante la década de los ochenta fueron años duros para la activista ya que, tuvo que enfrentarse en más de una ocasión con lo que ella denomina “las junglas de hormigón” o políticos que preferían construir grandes hoteles de forma ilegal en lugar de pensar en la alimentación de los ciudadanos de la zona, fue encarcelada varias veces y azotada por las fuerzas policiales. Su idea era muy sencilla, impulsar el trabajo independiente de las mujeres y maximizar la plantación de árboles para mejorar su propia situación y luchar contra la deforestación. Las mujeres recibían formación en ecología. Ganaron papeles de liderazgo, dirigían los viveros y planeaban los proyectos para la recolección de agua y seguridad alimentaria, el movimiento fue clave para avanzar en la emancipación y empoderamiento de las mujeres campesinas. En el 2004 gracias a su lucha incansable por los derechos humanos y su profundo compromiso con el medio ambiente obtuvo su mayor reconocimiento internacional haciéndose merecedora del Premio Nobel de la Paz por “su contribución al desarrollo sostenible, a la democracia y a la paz”. Fue la primera mujer africana y la primera ambientalista que consiguió dicho galardón. Wagari Muta Maathai es una inspiración para miles de mujeres africanas y del mundo. No olvidemos el dicho – el saber es poder- este es un claro ejemplo que estudiando y luchando, las mujeres pueden cambiar sus vidas y su entorno. Según su exmarido y el presidente Moi, ella era “demasiado fuerte para ser mujer”, “demasiado educada”, “loca” y “difícil”. Afortunadamente el Comité Nobel pensaba muy distinto, “la paz en la tierra depende de nuestra capacidad de asegurar el medio ambiente, y Maathai es una exponente en la lucha por lograr dicho objetivo”. El 25 de septiembre de 2011 debido a complicaciones derivadas de un cáncer de ovario Wangari falleció. Actualmente las comunidades del Movimiento cinturón verde han plantado más de 51 millones de árboles en Kenia y ayudo a casi 900,000 mujeres, según las Naciones Unidas.

Así termina esta primera entrega. Espero que se hayan deleitado y esta historia los inspire tanto como a mí.

A continuación les dejo los títulos de los cuatro libros que escribió esta gigante: The Green Belt Movement ; Sin arquear: una memoria ; El desafío para África; y Reponer la Tierra (mas info en el siguiente link) http://www.greenbeltmovement.org/wangari-maathai/books




Les abraza en nombre del equipo de Otres: Vera Diaz.

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