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15 años del NO al ALCA

El Área de Libre Comercio de las Américas (tan conocido como ALCA) buscó ser un Tratado de Libre Comercio (TLC) a nivel continental propuesto por el entonces presidente norteamericano George Bush Padre a fines de 1993, dejando el lanzamiento a su contrincante demócrata Bill Clinton en 1994, año en que se dio inicio a las negociaciones en la I Cumbre de las Américas en Miami. El plan era consolidar la esencia de todo acuerdo de libre comercio: libre intercambio de bienes, libre intercambio de servicios y libre flujo de capitales, pero esta vez englobando 34 países americanos. Es decir, todos los países del continente, salvo Cuba, que estuvo claramente excluida de las negociaciones por suspensión de la OEA en 1962, siendo ésta el ámbito institucional elegido para llevar adelante el proyecto.


Hay que saber que el ALCA no ha significado el primer avance librecambista de EE.UU, sino que tuvo un tratado antecesor en 1990 con Canadá, luego ampliado a México en 1994 conformando el tan nombrado Tratado de Libre Comercio de América del Norte o, NAFTA, por sus siglas en inglés.

Hasta el año 2001, los borradores del tratado fueron ocultos a la sociedad y negociados en secreto, so pretexto de cuidar las inversiones del capital extranjero. Precisamente, dentro del ALCA existe un capítulo específico sobre el tema Inversiones, brindando la seguridad, al capital, de tener todos los derechos de propiedad cubiertos ante posibles acciones de gobierno que no respetasen la propiedad privada u ocurriesen revueltas populares futuras, quedando de esta manera ilesos de eventuales pérdidas. Pero ¿Quién responde económicamente a los capítulos de inversiones?: claro que el pueblo.


Pese a que las negociaciones del ALCA se habían mantenido como “secreto de Estado” según el Canciller argentino en 2001 Rodriguez Giavarini, la experiencia del NAFTA ya marcaba un claro alerta a las organizaciones sociales y políticas de lo que podría llegar a significar la firma del Acuerdo. Por ello, distintos movimientos en varias partes de las Américas comenzaron a organizarse hacia 1997, articulando una serie de demandas y unificadas en un significante: exigir el fin de las negociaciones. Rápidamente tomó forma la Alianza Social Continental (ASC), organizando las conocidas Cumbres de los Pueblos, siendo la primera, paralela a la II Cumbre de las Américas en Chile y con una consigna totalmente opuesta a las Cumbres oficiales, ser espacios de debate e inclusión abiertas a las propuestas de diferentes sectores que conformaban la sociedad en su conjunto. Uno de sus mayores logros fue lanzar a la agenda pública esta problemática y organizar consultas populares (masivas en Brasil y Argentina) donde 2.300.000 personas se pronunciaron en contra del proyecto, convirtiéndose así en la consulta popular más grande del continente, luego de la de Brasil.


Como se indica más arriba, el ALCA nace en la década neoliberal. Sin embargo, las luchas sociales engendradas desde el levantamiento del Ejército Zapatista hasta la guerra por el gas y el agua en Bolivia y las movilizaciones de diciembre de 2001 en Argentina, fueron cambiando el rumbo de aquella oscura década. La asunción de presidentes progresistas como Hugo Chavez en Venezuela, Lula da Silva en Brasil y Nestor Kirchner en Argentina, dio forma a un contexto de cambios en la región y en donde éstos líderes (junto con el todavía no electo presidente Evo Morales) fueron recogiendo y articulando las demandas de los sectores sociales con respecto al rechazo del ALCA. Fue así que en el marco de la IV Cumbre de las Américas, celebrada el 5 de noviembre en Mar del Plata, se llevaron a cabo en la ciudad entre el 1° y el 5 del mismo mes, innumerables actividades y movilizaciones encabezadas por organizaciones sociales, organismos de Derechos Humanos como Abuelas y Madres de Plaza de Mayo, organizaciones sindicales, entre los que se encontraba el líder cocalero Evo Morales Ayma, figuras mundiales como Diego Armando Maradona, figuras de la cultura popular como Silvio Rodríguez, intelectuales del mundo como Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nóbel de la Paz en 1980, entre muchos otros.


Como reflexión final amerita recordar, entonces, un suceso tan importante como el NO al ALCA dentro de un marco regional que se ha ido gestando durante años de luchas y resistencias de los pueblos a lo largo y a lo ancho del continente, dando pelea al imperio del Norte que no ha descansado en su intento de someter al continente a como de lugar. Pero transcurrió ya un tiempo y el ALCA ha sido sólo una batalla ganada por los pueblos, materializada en el rechazo de los gobiernos hace exactamente 15 años en la ciudad de Mar Del Plata, Éste ha sido sólo un Tratado de Libre Comercio más (importante, sí) entre las decenas de TLC y TBI’s firmados entre Argentina y los grandes países.


¿Es posible imaginar qué hubiera ocurrido si el ALCA hubiera entrado en vigor en 2005? Pues eso mismo está ocurriendo con cada tratado liberalizador de la economía que llevamos en nuestras espaldas, ahora mismo. Muchas cosas nos hubieran ocurrido sin el proceso de movilizaciones sociales, pero muchas otras nos están ocurriendo por la falta de interés y compromiso de la sociedad. No es cierto que el común de la gente no entendería de estos temas, no es cierto que haya que estar al margen. El futuro de la humanidad está en juego si no cambiamos, en lo inmediato, las estructuras terroristas internacionales en las que estamos inmersos, del mismo modo que si no proponemos u apoyamos modelos alternativos que coloquen a la continuidad de la vida terrestre por encima de los negocios de unos pocos.. Como bien lo ha demostrado el NO al ALCA, las movilizaciones sociales pueden hacer más de lo que realmente se cree. Aún no es tarde para involucrarse.. Ahora es cuándo.





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